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miércoles, 12 de noviembre de 2008

Antepasados


Soy un hombre inútil, un hombre sin fundamento, un fracasado sin proyectos ni planes. La mayoría de mis amigos y conocidos creen que este fracaso es mi culpa; yo creo que no, que es culpa de los demás, culpa de algo en lo que yo no he intervenido o, por lo menos, he intervenido muy poco.
Ha visto uno tanto inútil, tanto imbécil, tanto cínico y egoísta progresar en la vida que uno se resiste a creer que la inutilidad, la imbecilidad, el cinismo o el egoísmo le hayan impedido a uno hacer su camino. Puedo uno asegurar con fuerza que, si uno tiene algo de inútil, de imbécil, de cínico y de egoísta, estas condiciones no son las que le han cerrado a uno el paso y le han impedido avanzar.
Por el contrario, han sido las condiciones buenas las que te han frenado: la ingenuidad, la bondad, la buena fe. Es estúpido y cobarde que uno tenga que vivir respetando estrechamente las normas que inventaron los antepasados, que se pudren en los cementerios, y, sin embargo, es así. Rebelarse contra la mentira es peligroso. Hay que respetar lo que no se cree; que un labriego, vestido de negro, porque ha estudiado en un seminario un latín de cocina y herbología y le han hecho una calva en la cabeza, es el representante de Dios; que es más grata para la Divinidad la cera y el aceite que la margarina y el petróleo, como si el buen Dios tuviera un laboratorio de química allá arriba para analizar los humos que le llegan hasta el trono.
Hay que respetar al rico, aunque sea usurero; al aristócrata, aunque sea un cretino; al militar, aunque sea un tonto, y al magistrado, aunque desacierte constantemente. Así nos lo manda nuestra sociedad actual. Y ésta debe tener una base firme, y que sus cimientos se apoyen sobre estiércol nos debe dar igual. Debemos respetar la obra de los antepasados, aunque esta obra se extravagante y absurda.
La verdad es que ellos nos gobiernan desde sus ataudes, y sus preocupaciones rancias valen más que los juicios exactos de los hombres vivos. Parafraseando una sentencia famosa : ¡Vayan a la mierda los antepasados!

4 comentarios:

Esperanza Escribano Claramunt dijo...

Pues el caso es que estoy ahí ahí con la historia que llevo en el fotolog, pero reescrita y tal...cuando tenga tiempo (osea, nunca a este paso) lo reescribiré del todo, xq le faltan muuuuuchas cosas, y ya pensaré en moverlo y rogar y suplicar a un editor con crobata y puro que me lo publique...

Anónimo dijo...

no te puedo seguir por qué????? joooo

weno me iré leyendo lo que escribas xD

Esperanza Escribano Claramunt dijo...

Mira, si no fuera porque las virtudes brillan por su ausencia no hubiéramos tenido la oportunidad de suspirar por presidentes tan imprescindibles y dotados como Bush...o como Aznar...
Es que...claro...aquí hay que defender que cualquiera pueda ser presidente, no sólo ricos, o no sólo cultos...!

Esperanza Escribano Claramunt dijo...

Claro, claro que estamos de acuerdo xD que era en tono irónico...