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domingo, 19 de octubre de 2008

Cicatrices

Vivo en España. O eso dicen.
Yo vivo donde estés tu. Y lo peor es que ahora mismo no se donde estás.
Un día me llamaste y me dijiste que en un mes ibas a desaparecer de mi vida. Así, de repente. Como si yo fuera para ti un simple trabajo al que tenías que avisar con semanas de antelación antes de abandonarlo, como si hubieras olvidado todo lo vivido en dos años. Me dijiste que lo sentías mas que yo, que no podías hacer nada para evitarlo. Me dijiste que no era culpa mía, que me querías. Me diste un beso y me dijiste que lo mejor iba a ser no saber nada el uno del otro. Me tiraste un beso mientras entrabas en la sala de facturación. Y desde entonces te odio.
Te odio por cumplir eso de no saber nada el uno del otro sin ningún esfuerzo. Te odio por que me obligaste a comparar todas mis futuras razones con la nuestra. Te odio porque tenias en tu mano mi felicidad y la tiraste arrugada antes de montarte en ese avión. Y sobre todo te odio porque la vida es mas difícil sin ti...

Y es que el tiempo todo lo cura, pero deja cicatrices...


2 comentarios:

Esperanza Escribano Claramunt dijo...

Me ha encantado este texto...pero muchísimo, es como encontrar la esencia de lo que sienten los que han sido abandonados...y no sé quién eres.

Esperanza Escribano Claramunt dijo...

pues yo sí quiero saber quién eres, no es justo que tú sepas quién soy yo, pero yo no sepa quién eres tú!